Reflexionando con Savater.

En el escrito de Savater “La educación”, se plantea varias cuestiones sobre el papel del educador, el que recibe la educación, y el cómo está circulando la información desde épocas pasadas hasta hoy en día, con la incorporación de las nuevas tecnologías.

Me llama la atención que el papel que juega el educador es de gran importancia en la educación de un niño, nunca estuve de acuerdo con los maestros y los mismos padres con sus imposiciones a la responsabilidad y temas relacionados, sin embargo, la disciplina es necesaria. El autor expresa cómo el educador frustra al educando para que crezca de manera autónoma e independiente; desde ese enfoque estoy de acuerdo en parte; sin embargo, he tratado con niños y la convivencia con ellos me han enseñado, así como lo manifiesta Savater, que son una esponja, personas con una gran capacidad de crear pensamiento a través de sus indagaciones, no se conforman como en el caso de un adulto que sí vive frustrado con su día a día. Nuestro papel debería ser incitar, influenciar, si es preciso enamorar a que tengamos ese espíritu de búsqueda, de aventura, de investigación como Savater lo enuncia.

El papel que tenemos todos es el de seguir con esa búsqueda de conocimiento, pero también el de transmitirlo, somos imitadores, y por tanto, asimismo debemos ser ejemplo para que nos imiten. Por eso como se plantea al inicio del texto, debemos ser capaces de jerarquizar, organizar y orientar la información que recibimos de manera prudente e inteligente. Eso implica tener la capacidad de relacionarnos con otros a través de diferentes medios, pero se requiere de un lenguaje, del dominio y conocimiento de éste; con esto, la preocupación de Martha Nessbaum con la pérdida de la capacidad de argumentación, porque también, si tenemos control de ello, no será tan fácil que nos den atole con el dedo, hablando vulgarmente, porque nos encontraríamos en una posición con criterio propio. Nos queda entonces exigir una buena educación, pero también posicionarnos como ciudadanos responsables. Porque es muy fácil pedir y exigir, pero no dar, o compartir.